viernes, 27 de febrero de 2009

La Concertación ya fue

Entrevista al socialista chileno Esteban Silva (*)
Publicado en el semanario Brecha de Uruguay.

Todavía es miembro del Comité Central del Partido Socialista, uno de los pilares de la Concertación gobernante en su país. Pero hoy el PS chileno está en pleno debate identitario, y Silva está dispuesto incluso a abandonarlo para impulsar una nueva alianza política "allendista" que supere una Concertación a la que considera agotada y apunte a reconstruir la vieja Unidad Popular.

Brecha - Uruguay 14/11/2008

— El resultado de las últimas elecciones municipales, ganadas por la derecha (véase Brecha. 3l-X-08) se inscribe en dos grandes tendencias. La primera es que la Concertación está agotada. Si no se amplía a un nuevo pacto programático de transformaciones tiene serios riesgos de perder la elección presidencial el 2009. La segunda es que hay un desencanto muy grande en un segmento creciente de la ciudadanía. porque en la práctica la Concertación ha seguido haciendo reformas menores bajo una lógica de reproducción del modelo neoliberal. Muchos sectores que se han incorporado recientemente a la política perciben que casi no hay diferencia entre la "ofertas' de la derecha v la actual Concertación, y que ésta no es una alianza social y política suficiente pasa democratizar Chile.

— ¿No hay nada rescatable en los gobiernos Concertacionistas?

— Sí, claro. El Plan Auge, que intenta proyectar la universalización de los derechos de acceso a la salud. por ejemplo. Pero ésta. como otras reformas, no han tocado el centro o el núcleo de reproducción del modelo neoliberal chileno. El gobierno de la presidenta Bachelet viene de acometer una reforma previsional que comprende un pilar solidario, un subsidio adicional a las pensiones del segmento más pobre de la sociedad, pero al mismo tiempo, como parte de la transacción, se permitió que las administradoras de fondos de pensiones coloquen un mayor porcentaje de las cotizaciones jubilatorias de los trabajadores chilenos en el exterior. El resultado de esa jugada, con esta crisis de la burbuja financiera de las subprime y del capitalismo global, es que un porcentaje de chilenas y chilenos ha perdido de manera brutal parte no menor de lo acumulado y cotizado por el esfuerzo de su trabajo.

También ha habido algunas cosas buenas en materia de política exterior, sobre todo en el último año y medio, con Michelle Bachelet, en el impulso a la UNASUR, pero en lo esencial aquí también la Concertación se ha dedicado a cuidarle el bolsillo a los grandes grupos económico financieros y de servicios. Nuestra política exterior, conducida ahora por el democristiano Alejandro Foxley, no se diferencia mucho de la promovida por la derecha democrática, de expandir capitales, de hacer de Chile una suerte de plataforma tecnológica. Esa no es la manera de enfrentar los grandes temas del comercio: nosotros requerimos un comercio justo. la extensión del intercambio de manera de servir a los Pueblos, y no el libre mercado.

Miradas las cosas en perspectiva, se puede decir que la Concertación ha devenido en una coalición conservadora que no da cuenta de la necesidad de los cambios que Chile requiere. Es algo que en América Latina no se entiende cabalmente, porque a la Concertación la cubre un manto de progresismo que ya no tiene.

— Superar a la Concertación supone nuevas alianzas políticas, nuevos pactos. ¿Con quién?

— No se puede criticar a la Concertación sin miramos en nuestro propio espejo. En el transcurso de estos 18 años de democracia el PS se ha convertido en un partido de funcionarios públicos cuyas relaciones con la sociedad, con el movimiento de los trabajadores, se han ido debilitando, a la par que la sociedad chilena se ha ido oligarquizando. Por supuesto que no es el caso de todos sus militantes o dirigentes socialistas (el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores es miembro del PS), pero es la tendencia dominante.

Yo hablo representando a un segmento importante de los socialistas que intentan recuperar el allendismo, es decir un proyecto que vuelva a reunir a todos aquellos que propugnan transformaciones profundas. Pensamos, por ejemplo, que hay que construir un nuevo acuerdo para romper la exclusión del Partido Comunista y otras fuerzas de la izquierda llamada extraparlamentaria. En las municipales de octubre esas organizaciones se agruparon en la coalición Juntos Podemos. que obtuvo alrededor del 9 por ciento de los votos. En municipios emblemáticos, importantes, la Concertación pactó con Juntos Podemos, y si no avanzamos más en esa dirección fue porque la Democracia Cristiana lo impidió.

Hay que entender que estamos ante una disyuntiva histórica: la única posibilidad de denotar a la derecha en 2009 es, primero que nada, con un programa de gobierno que coloque el acento en los temas que no fueron ejecutados por la propia coalición. Uno de ellos es una reforma constitucional. La Concertación habló de una asamblea constituyente y de una nueva Constitución en los albores del gobierno del presidente Patricio Aylwin, hace casi veinte años, pero se han hecho sólo maquillajes a la Constitución de la dictadura. Y también necesitamos refomar el sistema electoral, que es binominal y consagra que dos grandes coaliciones se queden con la mayoría del Parlamento, lo que impide la diversidad y ha llevado a que un sector significativo de la izquierda, a pesar de tener más del 5 por ciento de los votos, y hasta un 9, permanezca excluido del Parlamento. Que haya un polo de izquierda fuerte hasta puede convenirle a la actual Concertación. Parece muy difícil que se logre evitar que el derechista Sebastián Piñera sea el próximo presidente de Chile si en la primera vuelta no logramos dar nitidez, por un lado, a un candidato de izquierda, y por otro a uno de centro, que en la segunda vuelta pueden llegar a confluir. Las socialistas estamos en medio de ese debate: necesitamos romper la lógica de una coalición que ya no es de centroizquierda, sino más bien de centro con contornos de centroderecha.

— ¿Con qué fuerza cuenta esta tendencia "allendista" dentro del PS?

— En las últimas internas del partido representarnos a más del 30 por ciento de los afiliados.

— ¿Ya han establecido contactos con Juntos Podemos para un programa común de gobierno?

— En las municipales hicimos alianzas que permitieron la elección. en una de las comunas más populosas de Santiago. Pedro Aguirre Cerda, de una dirigente social de la envergadura de la comunista Claudina Núñez.

El precandidato presidencial socialista a quien nosotros apoyarnos, Jorge Arrate, ex presidente del PS (**), ha dicho que él no quiere ser candidato de la Concertación sino de una nueva coalición que articule al PS con el Juntos Podemos, es decir, el Partido Comunista, la izquierda Cristiana. el Partido Humanista y movimientos sociales significativos, de modo de unir fuerzas para romper la exclusión y retomar ciertos temas que pasan por una nueva Constitución; una nueva política económica con lógica productiva que fomente una alianza con el capital productivo nacional y con las pequeñas y medianas industrias; una política de integración regional a partir de alianzas público-privadas, y una política de descentralización profunda, porque Chile sigue atrofiado en un centralismo casi agotador y asfixiante. Hay un pueblo allendista que está esperando que sus fuerzas políticas se unan y vuelvan a construir relaciones societales, culturales con esos segmentos que se han visto abandonados por la política de la Concertación.

Tenemos que reencantar la política, llegar a franjas importantes de esa gente desilusionada, como esos más de 2.5 millones de jóvenes que tendrían edad de votar en las próximas elecciones y que todavía no se han inscrito en los registros. Y en Chile existen nuevas generaciones que pujan por que la política vuelva a tener un sentido, no sólo de representación de intereses sociales de clase, sino también de altruismo, de servicio público, y que han puesto plazo a la vieja partidocracia. Las grandes movilizaciones de los estudiantes de secundaria del año pasado y del antepasado, los llamados "pingüinos", son expresión de esos fenómenos. También se está produciendo una movilización gigantesca entre los pueblos originarios en pro del reconocimiento constitucional de sus derechos, y movimientos enfocados en temas cono la propiedad de la tierra, el acceso al agua. Todas estas movilizaciones han generado una perforación política importante e interesante

Lobbistas

"EN CHILE TENEMOS una cantidad no menor de personas que trabajan en los gobiernos democráticos, a nivel de ministros o ministerios. y al día siguiente de terminar su función pasan a trabajar como ejecutivos o funcionarios de las empresas privadas que fiscalizaban o tenían que normar. Y muchos de ellos, que supuestamente fueron de izquierda, que se siguen presentando como grandes progresistas. hoy día son los grandes lobbistas de cuanta privatización y desregulación se pueda imaginar. En el Partido Socialista sigue habiendo mucha gente así. Esto muestra que cuando se descomponen no sólo los ideales, sino los mecanismos de participa ción ciudadana y social. y dejan de ser mecanismos de fiscalización. cualquier cosa puede ocurrir."


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* Silva participó esta semana en Montevideo en las jornadas de reflexión "Ante la crisis global: la actualidad del Socialismo", organizadas por la Fundación Vivian Trias.

** A fines de mes el PS realizará una convención para elegir a su candidato presidencial. El sector "allendista" que Silva integra no participará de ella, al considerar que ha sido digitada en favor del actual secretario de la OEA, José Miguel Insulza.


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