lunes, 26 de diciembre de 2016

CONDENAN JUICIOS CONTRA DE LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS DE GDEM IZIK




SOCIALISMO ALLENDISTA CONDENA LOS JUICIOS ARBITRARIOS DE MARRUECOS EN CONTRA DE LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS DE GDEM IZIK

El Socialismo Allendista de Chile condena los juicios arbitrarios e ilegítimos de los luchadores independentistas saharauis de Gdem Izik por parte del reino feudal de Marruecos,ocupante colonialista, ilegal e ilegitimo del Sáhara Occidental.

Desde Chile nos unimos a la comunidad internacional para condenar la nueva farsa arbitraria por parte de Marruecos y exigimos libertad incondicional a los presos saharauis del grupo Gdeim Izik y todos los presos políticos saharauis.

El único "delito" que han cometido los presos políticos saharauis es luchar contra una ocupación ilegítima El ilegal de su territorio es luchar por su dignidad por la autodeterminación y la independencia del pueblo saharaui frente al agresor neocolonial de Marruecos.


Dirección Nacional
Movimiento del Socialismo Allendista de Chile
Santiago,26 de Diciembre de 2016

LA CEREMONIA DEL PERDÓN. ¿PERDÓN? CARLOS MOYA URETA.




                                                 LA CEREMONIA DEL PERDÓN. ¿PERDÓN?
                                                              CARLOS MOYA URETA.

Un acto ecuménico. Así lo llaman. Es el acto que convocan religiosos católicos y evangélicos en el Penal de Punta Peuco fundados “…en la idea que los condenados por violaciones a los Derechos Humanos también tienen derecho a la libertad”
La presencia de connotados hombres de Fé en esta ceremonia litúrgico - política connota la prisión de genocidas como “sujetos de perdón”. ¿Un debate abierto desde la Fé? Una nueva categoría conceptual que deja a los condenados por crímenes genocidas fuera de los valores del derecho y del humanismo universal, y que, por el contrario, los apiña en un rincón de la historia social plastificados en el aurea de la condición de “sujetos de misericordia”. Así sea, la razón humanitaria como fundamento de la misericordia, la misericordia como fundamento del perdón, el perdón como razón del indulto. ¿Y cómo no, se filtra en la prensa que0 hasta el propio Presidente de la Corte Suprema se habría manifestado a favor de conceder el indulto por las mismas “razones humanitarias”? ¿El derecho pone su rodilla en tierra?
Así las cosas, este debate, -como lo han llamado-, pondría de un lado a los compasivos y misericordiosos (son aquellos que ponen su corazón en el dolor del Otro) y, por omisión, pone en la otra vereda a los “inmisericordes”, los incapaces de comprender o conmiserar el sufrimiento de este Otro y que, en consecuencia, no pueden ser compasivos.
¿Sobre qué se discute, sobre amnistía, impunidad, reducción de penas o indulto? Las declaraciones de los patrocinantes se refieren “perdón y disculpas” o “perdón como señal de arrepentimiento” o el “perdón como condición del indulto”. En todas las referencias queda una idea al centro de todas. Ellos van a “pedir perdón”. Son 8 de 130 condenados por crímenes de lesa humanidad, pero no es una cuestión de número. Un destacado hombre de Fé declara que espera que “…en lo posible haya dos cosas, arrepentimiento y que den toda la información que tienen”. Declara que le consta que hay gente que lamenta haber hecho lo que hicieron, y que están dolidos y arrepentidos. La expectativa, según informan algunos periodistas, es que los reos ofrezcan disculpas y muestren arrepentimiento
Las disculpas no son perdón, y no hay arrepentimiento si antes no hay confesión y contrición. Y el arrepentimiento no sirve si no hay reparación. Pero, ¿nos olvidamos de la confesión? Entre los criminales y genocidas de Punta Peuco hay personas orgullosas de su condición de exterminador.
El problema se complica cuando, desde fuera del derecho, se pretende instalar una lógica del perdón como mediador de un indulto. Un acto declarativo sin consecuencias sobre los victimarios, pero avasallador sobre las víctimas. Por menos que eso la iglesia vivió el cisma evangélico por los indultos papales.
Eso no es el perdón en la Fé. Ni siquiera para los no creyentes que nos hemos dado el tiempo de leer a los maestros sobre la condición del perdón. El perdón es un camino que emprende aquel que ha sido la causa de un daño. Este camino comienza por la confesión. No hay posibilidad de abrir la puerta a este camino al perdón si no hay confesión. La confesión de un delito de lesa humanidad no puede ser comparable a una confesión de catecismo que se sustenta en el aprendizaje de la esencia cristiana en un niño, que es el diálogo con Dios a través de la mediación de la Iglesia. La confesión de un delito de lesa humanidad no está divorciada de la acción de la justicia. Quien confiesa debería entregar todos los elementos e identificar todos los componentes de su delito. Si no es así, no hay confesión. Si confiesa debe vivir y experimentar la contrición. Ese periodo de auto examinación y reflexión sobre el daño y el dolor causado, se espera que de este proceso de reinvención de sí mismos venga el arrepentimiento como el momento penitente en relación al daño causado. De este modo, la penitencia impone la reparación material o simbólica. Luego, de este camino lleno de espinas que produce evidencias explícitas de Fé y con las víctimas, puede venir el perdón.

La llamada ceremonia del perdón, como mediadora ella misma de un proceso de indulto acotado, como un clavo de presión a la autoridad política, dando la sensación de un dolor reparado, ni siquiera convence por quienes la invocan o la convocan, cualquiera sea su autoridad moral o política, que puede ser “objeto de perdón”.

La Iglesia católica chilena ha sido enfática en declarar que ellos no son partidarios de la impunidad. Pero de nuevo lo mismo, no mucho tiene que ver la impunidad con el perdón. Independiente que ellos declaren mantener su principio institucional inmodificable, de ser contrarios a la impunidad, lo que deben declarar, ahora y ya, que ellos si son partidarios del perdón, porque es parte esencial de la Fé. Si hay perdón no puede haber indulto, al menos no antes que confiesen. Dicho en términos chilenos que confiesen/confiesen, y no eso “de esperar a ver si dan toda la información que tienen”; después, que sientan el peso de la conciencia y el peso de la misericordia por sus víctimas y sus comunidades, que recuperen parte de su dignidad en el pesar y en su propio dolor por los atroces crímenes que cometieron y el abominable dolor que hicieron padecer a sus víctimas; entonces, que vivan y padezcan el arrepentimiento, con tanta profundidad que ayuden a infundir, a sus propios camaradas de armas y a los empresarios millonarios en dólares que los utilizaron, temor por la reincidencia futura de los mismos crímenes y atrocidades cometidas. Finalmente, vendrá la reparación, que ya es otra cosa. No la reparación del reincidente Lagos a las víctimas de los Derechos Humanos, marcadas por la vergüenza y la indignidad, sin mencionar su delito de Estado de ocultar, conscientemente, las pruebas de los crímenes y de los criminales genocidas. Es una reparación cuya justa medida la dan las víctimas y sus herederos.

No hay que ser contrarios al perdón, mismo aquellos que no somos hombre de Fé sino de espiritualidad; pero dicho en buen chileno, partidarios del perdón / perdón, como somos también partidarios del café / café y de la democracia / democracia.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Frente Amplio: Carta a las fuerzas que lo impulsan


Estimados Compañera/os,
Hemos seguido con mucho interés y simpatía el proceso de unidad en torno al Frente Amplio que han estado desarrollando.

Entendemos que la izquierda social y política de nuestro país está conminada a unirse, para jugar un rol protagónico y central en las transformaciones sociales y políticas estructurales a las que aspira el grueso de los y las chilenas. Es urgente superar el extremo fraccionamiento en que nos encontramos quienes nos oponemos al capitalismo neoliberal y salvaje instaurado por la dictadura cívico militar, y profundizado por los gobiernos de la Concertación hasta el gobierno actual, rebautizado como Nueva Mayoría.

Nosotras y nosotros, socialistas allendistas y revolucionarios,  estamos embarcados y comprometidos  en un proceso de consolidación y unidad, de sectores que aspiramos a una sociedad socialista, democrática y libertaria para Chile, en este sentido hemos confluido a nivel nacional en el Movimiento del Socialismo Allendista de Chile, Socialistas Allendistas, Socialismo Revolucionario, junto con otros sindicalistas, mutualistas y dirigentes sociales. 

Cuestiones que son aspiración del grueso de los ciudadanos y del pueblo, de la mayoría de las y los trabajadores manuales e intelectuales  en Chile, como recuperar la Seguridad Social y terminar con las AFP, reconquistar la educación pública gratuita y de calidad el sitial que merece, terminar con las odiosas discriminaciones de género, étnicas y sociales, y elegir una Asamblea Constituyente soberana y plenamente democrática, para terminar con la herencia de la dictadura, y conquistar una Constitución que consagre los derechos sociales  y la propiedad social como base de nuestra convivencia nacional y que permita iniciar un proceso de transformación estructural, solo serán posibles si somos capaces de confluir en una fuerza robusta, plural y unitaria que termine con las décadas de duopolio neoliberal.

Es por eso que participamos en iniciativas para fomentar  procesos  unitarios y  Frente amplistas desde la base y es por ello que queremos  confluir a nivel nacional unitariamente con todas las otras fuerzas Movimientos sociales y políticos con las que consideramos  que lo que nos une es sólido y supera con creces las diferencias legítimas, y para ello nos ponemos a disposición con convicción, humildad y unidad del proceso de construcción unitaria del Frente  y les solicitamos formalmente nuestro ingreso al Frente Amplio.


Por los Socialistas Allendistas y Revolucionarios,

Esteban Silva Cuadra, Presidente del MSA, Presidente Ejecutivo de la Fundación Constituyente XXI
Patricio Guzmán S. Investigador Económico, Fundación Constituyente XXI
Carlos Álvarez, Presidente Mutual de Latinoamericana de Trabajadores del Transporte
Mirtha Alvarado, Directora de la Fundación Constituyente XXI
Celso Calfullan, Director del  Werken Rojo
Carlos Moya, Rector del Instituto Latinoamericano de Altos Estudios Sociales, ILAES Posgrados
Rodrigo Loyola, Vice Presidente Agrupación de ex Presos Políticos,
Hugo Lavín, Responsable  de la VIII región del Bío Bío, Concepción
Ana María Calisto, Responsable de la X Región, Puerto Montt
Benjamín Grunenwald, V Región, Viña del Mar
Vanessa Goecke.   Historiadora. Memoria, Derechos Humanos y Género.


 Movimiento del Socialismo Allendista de Chile

Santiago,12 de Diciembre de 2016

domingo, 11 de diciembre de 2016

Querida Noruega,detengan a Kissinger por PSA nieto de Salvador Allende

Querida Noruega, detengan a Henry Kissinger 

No suelo escribir en primera persona pero creo que este contexto lo amerita. Mi abuelo Salvador Allende, presidente democráticamente electo de Chile, murió en un golpe militar organizado por Henry Kissinger. Noruega debe detener a Kissinger, no invitarlo para premiarlo. 

Mi nombre es Pablo Sepúlveda Allende. En 1970 mi abuelo Salvador Allende fue elegido presidente en Chile por el Partido Socialista Chileno junto a otros partidos de izquierda dentro de la Unidad Popular. Su anhelo político era contribuir a la construcción de una sociedad más  justa para Chile, igualar las enormes diferencias socioeconómicas entre pobres y ricos, dar a los trabajadores del país más poder político y construir el socialismo de forma pacífica en el marco de la democracia y en un sistema multipartidista.
En 1973 este sueño fue truncado cuando el palacio presidencial de La Moneda fue rodeado por soldados y tanques de guerra, fue cobardemente bombardeado por los militares traidores bajo el mando del general Augusto Pinochet, que actuaba bajo las ordenes de los Estados Unidos y su asesor de Seguridad Nacional y posterior Secretario de Estado Henry Kissinger en cooperación con la CIA. Salvador Allende tenía la opción de renunciar y entregar el poder a los golpistas de derecha o morir defendiendo el mandato popular. Él eligió luchar hasta el final y murió en las ruinas del palacio presidencial y de la democracia chilena. 

El sangriento golpe militar y la dictadura brutal que siguió, ambos con el apoyo activo de Kissinger, afectaron a millones de chilenos durante décadas. No sólo los muchos miles que fueron desaparecidos, torturados y asesinados, sino también cientos de miles que fueron exiliados de su tierra. A lo largo de América del Sur,  Kissinger organizó junto con la CIA y militares locales, campañas de terror y muerte contra políticos, militantes, indígenas, obreros, campesinos, sindicalistas de izquierda y muchos otros y otras que lucharon contra los intereses de los Estados Unidos por controlar la región que tiene la mayor concentración de recursos naturales en el mundo. 

En Chile somos muchos que recordamos a Noruega con cariño porque a pesar de ser un país pequeño, abrió sus puertas a miles de chilenos que huyeron del régimen de terror de Pinochet, régimen que fue respaldado por Kissinger. Por eso es difícil de creer la noticia de que en estos días el mismo Kissinger será recibido y aclamado en Noruega en el marco de las festividades Nobel. Esto es difícil de entender para nosotros porque recordamos a su país como un solidario refugio para los exiliados de la opresión y porque Kissinger es autor intelectual de la peor campaña de terrorismo y asesinato que ha golpeado de izquierda de América del Sur, esto está bien documentado y es indiscutible. 

Al ser electo presidente Salvador Allende, Kissinger pronunció estas palabras: “No veo por qué tenemos esperar y permitir que un país se vuelva comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo. Los temas son demasiado importantes para los votantes chilenos como para que decidan por sí mismos." Más de 3.000 chilenos y chilenas fueron asesinados y al menos diez veces más lo fueron en  Argentina por las decisiones políticas de Kissinger y Nixon. Cientos, tal vez miles de niños y niñas recién nacidos fueron secuestrados al nacer de madres militantes de izquierda que habían sido detenidas, decenas de miles de jóvenes y adultos fueron torturados salvajemente, cientos de miles partieron al exilio alrededor del mundo, todo por querer construir una sociedad mejor, todo por luchar para cambiar las estructuras sociales injustas que hemos heredado de la época colonial, donde las pequeñas elites en alianza con las potencias extranjeras acaparan la gran mayoría de la riqueza y de los recursos, mientras que la mayoría de la población, los pobres, viven en la cotidiana explotación, la humillación y la opresión. Pocos individuos han tenido un papel tan importante en la imposición y sostenimiento de este sistema en base al terror y la guerra que Kissinger. 

Es conocida su responsabilidad directa  en la mayor campaña de bombardeo en la historia del planeta lo que constituye uno de los mayores genocidios del siglo xx. Para aquellos que pudieran estar en duda sobre esto, las instrucciones de Kissinger a General Alexander Haig puede resultar esclarecedor: "Quiere (el presidente Nixon) una campaña de bombardeo masiva en Camboya. Él no quiere escuchar ninguna objeción. Es una orden y se llevará a cabo. Cualquier cosa que pueda volar y atacar cualquier cosa que se mueva. ¿Comprendido?. Esas palabras bastaron para que fueran arrojadas 2,756,941 toneladas de bombas sobre Camboya, Laos y el Norte de Vietnam asesinando de esta forma a cientos de miles de seres humanos.

Para Kissinger y su política de "atacar cualquier cosa que se mueva ", tanto en América Latina y Asia es solo un cálculo geopolítico, la vida tiene tan poco valor que poden ser sacrificados millones de seres humano para cumplir sus objetivos. Esta visión racista y criminal viene del colonialismo y el imperialismo, no es nada nuevo. Pero es sorprendente que instituciones importantes como la Universidad de Oslo y el Instituto Nobel inviten a homenajear a este criminal de guerra que menosprecia a millones de víctimas. ¿También tenemos todas las victimas del exilio, la tortura, las bombas y el napalm tan poco valor para estas instituciones? ¿Será porque solo somos pueblos de los países pobres del Sur?
¿Sería muy ingenuo pedirle al gobierno noruego, que pretende presentarse como garante de la paz y los derechos humanos que detenga a un criminal de guerra, con probadas responsabilidades sobre múltiples genocidios, golpes militares, torturas y asesinatos?
En cuanto al Instituto Nobel. En lugar de continuar con esta vergüenza histórica homenajeando a Kissinger en un evento donde las millones víctimas son nuevamente invisibilizadas. ¿Nadie ahí tendrá el suficiente valor y la altura moral de ver que esta es la oportunidad de retirarle el Premio Nobel y así compensar este despropósito histórico? 

Por último, quisiera enviar un especial agradecimiento a las personas que manifestaran contra la presencia de este nefasto personaje y de las personas e instituciones que lo defienden. Háganle saber que la historia no lo absolverá, por más Premios Nobel que tenga.

Pablo Sepúlveda Allende