lunes, 31 de mayo de 2010

Jorge Arrate: "La Concertación haría bien en hacer un gran acto de cierre"


¿No sé quién inventó que la Concertación tiene que existir para siempre?, se pregunta el ex candidato presidencial que participó de los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos. Hoy, alejado del pacto, pero siendo un “socialista sin partido”, reivindica los principios que lo llevaron a buscar la presidencia y admite que no tiene expectativas de lo que pueda hacer el gobierno de Piñera.

Por Andrés Varas R.

SANTIAGO, mayo 31 (TERRA.cl) .-
Dedicado a escribir un libro sobre la pasada campaña presidencial se encuentra por estos días Jorge Arrate. Su crítica visión del estado de la política en Chile se mantiene tal cual como entonces, al punto que admite tener nulas expectativas sobre el futuro de la Concertación, pero también del actual gobierno. Su alternativa y su bandera de lucha son el fortalecimiento de la izquierda, y para ello descarta cualquier tipo de entendimiento con los partidos tradicionales. “La izquierda no quiere ser parte de la Concertación”, afirma.

Ocupado en la instalación en su nueva casa en Ñuñoa junto a Diamela Eltit, Arrate ha seguido desde lejos la salida del pacto del arcoiris del poder y, con ello, la llegada de Sebastián Piñera. Aunque advierte que ha pasado muy poco tiempo para hacer análisis concienzudos del desempeño del nuevo gobierno, es de la idea de que en los próximos cuatro años no se producirán los cambios que él considera necesarios para Chile. “Yo soy de los que cree que Piñera va a llevar adelante su programa y para mí el gobierno es malo, porque el programa es malo”, explica a TERRA.cl.

Su principal reparo es que considera que la derecha tiene “el poder total” en el país –salvo en el Congreso-, ante una oposición que no ha sabido cómo reaccionar tras la salida de La Moneda y luego del discurso del 21 de mayo. “Piñera ha ocupado los espacios de la Concertación”, puntualiza.

“Lo que el mensaje muestra es lo vergonzosamente tímida y poco jugada que fue la Concertación, porque se fue habituando casi con un automatismo, con un refleja a no proponer nada que pudiera ser ingrato para la derecha”, dice Arrate. En ese contexto, sostiene que el Presidente Piñera ha sabido actuar con habilidad: “El gran banderín de la Concertación fue el esquema de la protección social y eso lo tomó Piñera demostrando que un gobierno de derecha también podía hacerlo y que, por lo tanto, no era una cosa para llenarse tanto la boca”.

El problema de la actual oposición, explica, es que la soberbia con la que actuaron sus dirigentes en los últimos años evitó que se hiciera una reflexión interna para analizar qué era lo que se hizo mal. “Muchos estuvimos años y años diciéndolo -no sólo yo- y nunca la Concertación quiso hacerse una autocrítica (…) han jugado un juego del avestruz”, lamenta.

# ¿Cuál cree que es el futuro de la Concertación?
No sé quién inventó que la Concertación tiene que existir para siempre, la Concertación nació cuando estábamos en la lucha con la dictadura, cuando fuimos al plebiscito, cuando se armó un gobierno muy especial, que fue el primer gobierno de la transición (…) Creo que cada componente de la Concertación tiene que volver a su sitio, analizar el cuadro y yo creo que la Concertación haría bien en hacer un gran acto de cierre. Tuvo cosas muy buenas y otras muy malas. Tenemos que pensar el futuro de Chile con otra lógica.

Esa “otra lógica”, explica, no pasa por ampliar el pacto opositor hacia la izquierda como han planteado algunas voces en su interior basándose en la confluencia de ideas progresistas. “El que invite a la izquierda a entrar a la Concertación está cometiendo un grave error, porque la izquierda no quiere ser parte de la Concertación. La Concertación tiene una historia y no es la izquierda”. Y añade: “El término progresista me parece un eufemismo que se inventó para no decir la palabra izquierda”.

“Yo soy partidario para que Chile avance en un sendero de cambio social de alianzas muy amplias entre la izquierda, la centro-izquierda y el centro. Es la herencia del frente popular del año 38 (…) Lo que tenemos que hacer es una izquierda que irrumpa en el escenario político y social”, manifiesta el ex candidato presidencial.

En este esquema tampoco figura tender puentes de entendimiento con el referente encabezado por Marco Enríquez-Ominami, a quien culpa de haber introducido una “ambigüedad política” durante campaña y de transformarse en un “dispositivo” funcional a la derecha. “Genera la idea de cambio, pero al mismo tiempo, cuando uno rasguña, no lo hay”, critica.

La apuesta de Jorge Arrate para lograr un cambio real en Chile es una nueva Constitución que dejé atrás el sistema binominal, “pero no creo que haya la voluntad de este gobierno y menos de sus partidos de cambiarla”. En ese mismo programa también echa de menos una señal para poner término a los dos grandes males que afectan a la sociedad: “El virus de nuestro país es la desigualdad y la discriminación”.

Pese a su crítica visión, el ex candidato asegura estar dispuesto a dejarse sorprender por el gobierno y que se anuncien avances en estas materias, pero siempre anclado en la premisa de que a nivel político, tanto en el oficialismo como en la oposición, “el escenario futuro que es impredecible e interesante”.

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