1.
Las diversas
organizaciones y movimientos sociales presentes en esta manifestación
entendemos que ha llegado el momento de generar una Nueva Constitución. Este
texto sólo puede surgir desde el poder constituyente originario, que permita una
deliberación vinculante, que exprese las miradas de todos los ciudadanos y las
ciudadanas. Juntos, en una misma mesa, en condición de plena igualdad y
decidiendo en conjunto un futuro compartido.
2.
Una nueva
Carta Fundamental sólo puede nacer desde el pueblo, como poder constituyente
originario, en el cual radica la soberanía popular. Por eso una Nueva
Constitución exige la convocatoria a una Asamblea Constituyente, electa por los
ciudadanos y que se encargue de redactar el nuevo texto constitucional que
hemos de aprobar en referéndum. Esta asamblea deberá definir de forma
participativa y soberana el modelo de Estado y de país que deseamos.
3.
Un proceso constituyente
sólo se puede validar mediante una expresión y un método participativo que exprese la voluntad y la soberanía
popular, y no mediante mecanismos que carecen de legitimidad ciudadana, como es
hoy el actual Parlamento elegido por un sistema electoral binominal que
consagra el duopolio e impide la expresión de la diversidad del conjunto de las
y los chilenos. Llamamos a las autoridades políticas, comenzando por la
Presidenta de la República, a definirse y pronunciarse sin ambigüedades, ahora,
por una Asamblea Constituyente. Le llamamos a no temer al pueblo y a los
ciudadanos, para que haciendo uso de un medio legítimo y democrático se consulte
vía plebiscito sobre la convocatoria a una Asamblea Constituyente y que ella
sea electa mediante un sistema
democrático proporcional.
4.
De esa
forma, una nueva Constitución, surgida del proceso democrático y legítimo, podrá
asegurar una Constitución representativa y soberana que consagre y garantice los
derechos económicos, sociales, y culturales
del pueblo chileno mediante un nuevo marco institucional que nos
represente a todas y todos. Una nueva Constitución para el Chile del siglo XXI,
que garantice y promueva la democracia participativa, la transparencia, el
pluralismo, el vivir bien de las personas y el respeto a la naturaleza, la
soberanía sobre nuestros recursos naturales y los derechos fundamentales como
ejes orientadores de nuestra convivencia.
5.
Sólo una ciudadanía activa, creativa y en la calle puede garantizar que
alcancemos una Constitución legítima y democrática. Para conseguirlo es
necesario impulsar la reflexión y la confluencia amplia, plural y participativa,
capaz de involucrar en su diversidad a los múltiples actores sociales que desde
hace mucho tiempo trabajan a favor de las transformaciones democráticas. Invitamos
a mantener y ampliar este gran horizonte del cambio constitucional,
intercambiando experiencias y generando movilizaciones desde la base de nuestra
sociedad que permitan restituir a nuestro pueblo su soberanía y sus derechos
fundamentales.
6.
Todas las
organizaciones políticas y movimientos sociales y ciudadanos aquí representados
nos comprometemos a seguir trabajando de manera unitaria y plural para que en
cada plaza, en cada federación, en cada barrio y territorio, en cada sindicato
se fortalezca esta demanda democrática. Impulsaremos procesos de formación,
discusión y deliberación, desde abajo, que nos
permitan seguir potenciando una movilización plural, diversa y articulada, lo
más amplia posible, convencidos de que :
"Sin
Asamblea Constituyente, No hay Nueva Constitución"
Santiago,
23 de noviembre de 2014
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