"El Cambio de gabinete formalizado hoy por la Presidenta Bachelet fue parcial y menor. Creo que no hay equivalencia entre la expectativa que se generó luego del anuncio de la Presidenta hace más de 103 horas atrás y finalmente en su materialización con los nuevos que asumen.
En resumen, la conducción política quedo a cargo de la DC, con un experimentado e histórico de la vieja Concertación como Jorge Burgos en el Ministerio del Interior, y con 2 nuevos Ministros como Jorge Insunza y Marcelo Díaz, ambos estrechamente vinculados al lobbista y asesor de SQM y ex Ministro Concertacionista, Enrique Correa.
En los cambios adicionales se desplazaron a Ministros de una cartera a otra inaugurándose así una nueva práctica de sillas giratorias en el ejecutivo. Por ejemplo, se designa a la ex Ministra de la SEGPRES Ximena Rincón como Ministra del Trabajo y Previsión Social a cargo de la negociación de la cuestionada reforma laboral, la cual es criticada y contestada por la izquierda por los trabajadores y sus organizaciones, y por la derecha por los empresarios y sus asociaciones.
Con la salida de las Ministras de Desarrollo Social y Cultura, la no cumplida paridad de género se profundizó y se alejó aún más en este nuevo ajuste parcial de gabinete.
En el ámbito Económico del Ministerio de Hacienda sale Arenas PS y entra Valdés PPD, es decir, el cambio de un tecnócrata político por uno aún más tecnócrata y aceptable para el gran empresariado y el capital.
El único que aparecería premiado por su oficialismo ordenado y sus posturas acríticas ante el gobierno es el PC, que recibe un segundo ministerio al asumir el encargo del Ministerio de Desarrollo Social con el subsecretario de Previsión Social Marcos Barraza. Sin embargo, la izquierda de la coalición Nueva Mayoría, el PC, MAS e IC siguen siendo marginales en la conducción del Estado en relación a los Ministerios que ocupan, pues la conducción de los Ministerios políticos sigue estando en manos de los socios originales de la coalición, es decir, de la DC, el PS y el PPD, fundadores de la Concertación y quienes gobernaron en esos mismos cargos durante 4 gobiernos.
Todo parece indicar que el ajuste parcial de gabinete no sería suficiente para generar un cambio y ajuste de ruta por parte del Gobierno y su coalición. Menos aún cuando de manera unánime, todos los Presidentes de los Partidos de la Nueva Mayoría coincidieron en reconocer que ninguno de ellos fue consultado por la Presidenta para realizar estos cambios, cuestión que ratifica la extrema debilidad en que se encuentran los partidos de la Coalición en relación a su propio gobierno como ante la ciudadanía, producto de la crisis de representación e institucionalidad, y a las denuncias e investigaciones de corrupción que afectan a varios de sus miembros.
Lo único que le da cierta ventaja al gobierno, a pesar de este cambio tan parcial y menor, (y que es muy positivo para el país y los cambios pendientes) es la debilidad estructural en que se encuentra la derecha política, producto de su íntima vinculación con graves actos de corrupción empresarial y de descrédito.
Lo que parece inexorable es la necesidad de que el camino hacia una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución y nueva institucionalidad se clarifique, y que la Presidenta Bachelet, más allá de esos cambios parciales y menores frente a lo que requiere el país, abra paso a su convocatoria como salida a la profunda crisis en que se encuentra el país.
Esteban Silva
Presidente del Movimiento del Socialismo Allendista
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