Carta abierta de Noam Chomsky al movimiento Occupy Wall Street
Comportamiento gangsteril de Wall Street
Lorenzo Gonzalo
Alainet
Aunque son la capital del consumismo y el centro de la economía capitalista, al parecer la población de Estados Unidos ha llegado a su límite y se muestra dispuesta a no aceptar un nuevo ajuste que les quite los últimos dólares de sus bolsillos. Y se han volcado a las calles, aunque no masivamente aún, contra el sistema financiero.
Durante poco más de dos semanas se han producido protestas callejeras en Wall Street, organizadas por personas cansadas de saber que la mayoría de las desgracias económicas se originan por los indebidos y turbios manejos de esa institución de valores.
Es inusual que manifestaciones públicas que de algún modo perturben la paz de una ciudad, se desarrollen con carácter sostenido, como ha sido este caso. Incluso en New York, donde su diversidad étnica y densa población la hace propensa a las más variadas protestas, no es común hallar demostraciones con estas características.
Pero más inusual es la continuidad de un movimiento donde sus protagonistas protestan contra el sistema económico. De todos es sabido que el sistema de valores por acciones y otros subterfugios, es el instrumento que define la manipulación del mercado a favor de las grandes corporaciones y la fabricación virtual de capitales. Una reforma general de esta institución tendría repercusiones bancarias de gran trascendencia y transformaría las relaciones mercantiles actuales.
Los organizadores han denominado el movimiento Occupy Wall Street, que traducido al español significa Ocupemos Wall Street.
Silencio mediático
Las protestas comenzaron en el Distrito Financiero de Manhattan, pero el sábado 1ro de octubre, se habían extendido a Albuquerque en Nuevo México, Boston, Los Ángeles, Spokane en Washington, Providence en Rhode Island y ha creado ambientes solidarios entre diversas personalidades y estudiantes. No han faltado celebridades como Michel Moor y Susan Sarandon, haciendo acto de presencia en más de una ocasión para darles ánimos a los manifestantes.
Cuando uno revisa la prensa en general de Estados Unidos y los principales rotativos europeos, podemos observar que mantienen un absoluto silencio, solamente comparable a la complicidad que guardan las personas del bajo mundo para proteger a otros socios ladrones de bancos.
No estamos hablando de unas pocas decenas de personas. El domingo 2 de octubre hubo 700 detenidos cuando cruzaban el puente Brooklyn varios miles de manifestantes. Muchos de los participantes, entre ellos algunos de los organizadores, dicen que estas protestas son como aquellas que caracterizaron la Primavera Árabe.
Revolución ahora
Salvando las distancias entre manifestaciones de este tipo con las que dieron al traste con gobiernos autoritarios y de alta naturaleza represiva, quizás fuera más cierto decir que pudieran semejarse a los “indignados” de España. Pero ya se defina de una u otra manera, todas ellas diferentes pero con asideros comunes, las mismas constituyen una denuncia de la avidez de las grandes corporaciones y las manipulaciones de Wall Street. No faltan quienes aprovechan la convocatoria para enarbolar la causa del calentamiento global.
La prensa en general, nos referimos a esos pocos medios locales que no han tenido más remedio que mencionar las protestas, aducen que las razones para la misma son confusas y erráticas. Es una manera de restarles importancia y descalificar al peor candidato que tiene un gobierno: una opinión pública decidida a señalar como malo lo que no funciona, aunque no sepa cómo solucionarlo.
Las protestas contra el sistema financiero que está teniendo lugar, bajo el movimiento denominado “Ocupemos Wall Street”, son síntomas de los nuevos tiempos y ponen en evidencia la incapacidad de los gobiernos para lidiar directamente con sus sociedades, las reformas y los ajustes necesarios para resolver la crisis que vivimos.
Las personas manifestando por las calles de diversas ciudades importantes de Estados Unidos, no tienen por qué proponer un programa de reformas. Su objetivo primario es alertar a los administradores públicos y a los analistas, expertos sociales, profesores, científicos y técnicos en general, que la vida nacional es de todos y que esa vida no está funcionando bien. Solamente hay que recordar el tiempo transcurrido desde que reventaron las dos guerras injustas decretadas porEstados Unidos y las gran crisis que provocaron los intereses de Wall Street y sus sucedáneos, cuando la bolsa se contrajo a raíz del atentado miserable a las Torres Gemelas en New York, para comprender que la seguridad de todos se ha ido por el vertedero de aguas negras creado por las corrupciones inyectadas al sistema.
La simpleza del pensamiento es muchas veces la denuncia más temible que pueda enfrentar un gobernante.
Esperanza de cambio
Decían algunos de los manifestantes que ellos no estaban pidiendo mucho, sino solamente la oportunidad de poder levantarse en las mañana, sabiendo que tienen trabajo, que pueden pagar la renta de sus casas y que la comida del siguiente día no será de nuevo arroz y frijoles. Un cable recibido en The Associated Press manifestaba que “nadie tenía expectativas de cambios inmediatos. Pensamos que las personas están esperanzadas de que los demás puedan despertar un poco y que mientras más nosotros hablamos y manifestemos, habrá más oportunidades que aquellos con la autoridad de hacer cambios en el mundo nos escucharán”.
Las cosas quizás no funcionen exactamente de esa manera, pero sí pueden ocasionar que nuevas figuras sustituyan a las existentes en un proceso de ajustes que sin dudas está teniendo lugar, a través del proceso evolutivo que hasta hoy ha caracterizado el desenvolvimiento de las naciones.
Por lo pronto la verdadera noticia, más allá de las protestas, es que los periódicos no quieren cubrirla, porque la misma desafía el sistema que los mantiene en pie como fuentes de desinformación.
Nosotros, para no sumarnos a la inmundicia, queremos destacar que las Primaveras no son patrimonio de Oriente Medio, de España y el resto de Europa, sino que abarcan un conjunto mucho mayor y toca a las puertas mismas de Estados Unidos.
APOYO INTELECTUAL
Carta abierta de Noam Chomsky al movimiento Occupy Wall Street
El politólogo estadounidense Noam Chomsky manifiesta su apoyo al movimiento de protesta que ocupa Wall Street denunciando el proceder de la mafia financiera.
A continuación reproducimos el mensaje de uno de los pocos líderes morales que tiene la izquierda en Estados Unidos.
“Cualquier persona con ojos abiertos sabe que el comportamiento gangsteril de Wall Street –y de las instituciones financieras en general– ha causado severos daños a los ciudadanos de Estados Unidos (y del mundo). Y debería de saber que lo ha estado haciendo por los últimos 30 años, al incrementar radicalmente su poder en la economía, y con esto su poder político.
Esto ha instaurado un ciclo vicioso que ha concentrado inmensa riqueza, y con su poder político, en un minúsculo sector de la población, una fracción de 1%, mientras el resto crecientemente se convierte en lo que a veces se llama “un precariato” –intentando sobrevivir en una existencia precaria. También, realizan estas terribles actividades bajo casi completa impunidad –no sólo demasiado grandes para dejar caer, también “demasiado grandes para encarcelar”.
Las valientes y honorables protestas en marcha en Wall Street deberían de servir para traer esta calamidad a la atención pública, y llevar a esfuerzos dedicados a sobreponerse a ellos y colocar a la sociedad en un camino más saludable”.
CRONOLOGÍA
Jornadas de protesta de Occupy Wall Street
– El 17 de septiembre fue el inicio de la protesta de Occupy Wall Street. Un estimado de 1,000 personas se concentraron. Agentes del Departamento de Policía de Nueva York prohibieron a los manifestantes poner tiendas de campaña. Esto conllevó a las personas a caminar por Wall Street y concentrarse en Zuccotti Park entre Broadway y Church. Se convocaron protestas paralelas en otras ciudades.
– El 19 de septiembre, la Bolsa abrió en Wall Street en su horario regular. Los medios empezaron a cubrir las marchas y Occupy Wall Street empezó a captar la atención de una variedad de medios de comunicación.
– El 23 de septiembre, la protesta en Liberty Square, a través de la calle en la sede financiera del One Liberty Plaza, continuó.
– El 27 de septiembre, en una muestra de frustración por los fracasos de negociación colectiva, 700 pilotos de United y Continental Airlines, junto con otros de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, se manifestaron frente a Wall Street en Nueva York. Los pilotos iban de uniforme, y caminaban en formación con pancartas que decían: “¿Cuál es el costo de un piloto? Depende de tu punto de vista”.
– El 29 de septiembre, manifestantes en San Francisco intentaron ocupar las sedes bancarias del Citibank, Chase, y entrar a la institución del Charles Schwab.
– El 1 de octubre, más de 700 personas de Occupy Wall Street fueron arrestados en el Puente de Brooklyn. Los manifestantes también se concentraron en Albuquerque, Nuevo México, Boston, Chicago, Los Ángeles y Seattle para expresar su solidaridad con el movimiento en Nueva York.
– El 4 de octubre, cientos de “ocupas” estadounidenses disfrazados de zombies marcharon por Wall Street, y explicaron que sus máscaras representaban la muerte del capitalismo. La última movilización se registró ayer.
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