El proceso electoral regional y municipal muestra el significativo potencial, aún escasamente articulado, de las fuerzas que apuestan por el cambio. Más allá de las limitaciones y errores de las izquierdas, de las fuerzas nacionalistas y progresistas, el proceso evidencia que son amplios los sectores de nuestro país que quieren un cambio de rumbo, que anhelan un país más justo y equitativo, con efectiva participación y control de la gente sobre las autoridades y sus decisiones, un país plurinacional y efectivamente descentralista, con real soberanía sobre nuestros recursos naturales, que construya un futuro de progreso, desarrollo y justicia social para todos y todas. En resumen, un Estado nuevo, un sistema político plenamente democrático y un desarrollo humano, equitativo y en armonía con la naturaleza
Confiadas en su enorme poder económico y en el control que tienen sobre los principales medios de comunicación y los aparatos represivos, las fuerzas más conservadoras de la derecha creyeron que en estas elecciones regionales y municipales podrían lograr fáciles triunfos sin opositores reales. Especialmente evidente fue el caso de Lima metropolitana, donde Alex Kouri y Lourdes Flores comenzaron a ventilar sus trapos sucios sin tapujos, hasta un punto en que el tema de la corrupción y la falta de transparencia les regresaron como un boomerang en sus propias caras, evidenciando que la honestidad política hay que buscarla en otras fuerzas y otros liderazgos.
Así, y gracias al esfuerzo unitario desplegado por Lima Para Todos (que integran los militantes del PS), junto con Fuerza Social, el MNI y Tierra y Libertad, los grupos políticos progresistas más importantes de la capital pudieron encontrar una figura con fuerza ética, sentido común y disposición de trato horizontal con la gente, a la cabeza de un bloque de centro izquierda, que plantea otra forma de hacer política y de servir a al pueblo. La candidatura de Susana Villarán apareció y crece como una opción de cambio viable y responsable, de cara a la ciudadanía de a pie y con el apoyo de profesionales, intelectuales y núcleos de emprendedores y de empresarios nacionales.
A ello se suman las opciones de cambio que hoy ocupan los primeros lugares en las preferencias electorales de diversos puntos del país. La de Alberto Quintanilla en Puno, en la alianza del PDR con el PNP; la de Goyo Santos en Cajamarca, con el MAS; la de Vladimiro Cerrón con Perú Libre en Junín; la de César Villanueva con Nueva Amazonía en San Martín; la de Jorge Acurio Tito en el Cusco con el PNP apoyado por sectores de izquierda; la de Javier Atkins y Maximiliano Ruiz en Piura con Unidos Construyendo; la de Carlos Navas y la UDA de Amazonas. Hay, más allá de sus dificultades y de problemas de gestión, alternativas de izquierda y progresistas en Arequipa, Apurímac, Ayacucho y otras más que también apuestan por el cambio.
A pesar del evidente error que significa la división de fuerzas en varios lugares las opciones por el cambio crecen en el país. Debieran crecer aún más si las izquierdas, las fuerzas progresistas y nacionalistas tuvieran la madurez de declinar candidaturas sin opción para fortalecer aquellas que puedan derrotar al fujimorismo, al aprismo y a la derecha en diferentes localidades. Retirar candidaturas que afectan a quienes son opción real de cambio evidenciaría verdadera vocación de poder y autentica disposición. Ciertamente, sería una gran irresponsabilidad permitir el triunfo del continuismo conservador por una división sin sentido ni perspectivas.
Pero las fuerzas por el cambio deben vincular la lucha municipal y regional con los serios problemas nacionales que atravesamos. Desde el problema de la corrupción generalizada del sistema imperante hasta el negociado del gas de Camisea a favor de una transnacional desinteresada en el desarrollo energético del Perú y el abaratamiento del transporte, la energía, el consumo doméstico y la competitividad de nuestras industrias y nuestro agro. Desde el problema del agua hasta el de la concentración de tierras, otra vez, en gigantescos latifundios que privan a millones de campesinos de su principal instrumento de trabajo y promueven un agro exportador y de monocultivo, abandonando la pequeña propiedad y el consumo nacional. Desde los problemas de seguridad ciudadana y la delincuencia como problemas no sólo policiales y represivos, sino económicos y sociales derivados de la falta de trabajo, educación deporte y valores, hasta la necesidad de construir una sociedad pluricultural y abierta a la diversidad frente al racismo y la exclusión
Las fuerzas por el cambio rechazamos la campaña de demolición que la derecha mediática y económica ha emprendido contra los liderazgos más importantes en Lima y en las principales capitales del país. Expresamos nuestra solidaridad y apoyo a Susana Villarán frente a las calumnias y agravios que se le lanzan desde la prensa apro-fuji-derechista que hoy pretende denigrarla, así como a los compañeros y compañeras del MNI y a otros candidatos del cambio en buena parte del país.
Llamamos a trabajar por la forja de un gran Frente por la Victoria del Cambio, de una gran alianza de las fuerzas que desde las izquierdas hasta el centro político, con el innegable concurso de los nacionalistas y todos los sectores progresistas y democráticos. El PS contribuye en promover una unidad programática, organizativa y una candidatura unitaria con mecanismos democráticos que reflejen las opciones existentes para abrir paso a un proceso de transformación. Estos cambios han de expresarse en un Nuevo Gobierno que promueva una Nueva Constitución debatida y acordada por una Asamblea constituyente elegida por el pueblo soberano para forjar ese Nuevo Perú que anhelamos.
Llamamos a todas las fuerzas de izquierda, nacionalistas, progresistas, de centro izquierda, ecologistas, indigenistas andinos y pueblos amazónicos y al movimiento social y popular a expresar su compromiso y apoyo a las candidaturas por el cambio, sin miopías ni afanes de protagonismos personales o de grupo ajenos a la gran causa del cambio con justicia social.
Este 3 de Octubre tenemos un compromiso para golpear a la corrupción, al abuso de poder, a quienes expropian nuestros recursos y los manipulan al servicio de unos pocos, a quienes gobiernan y deciden de espaldas al pueblo, a quienes acrecientan la brecha entre ricos y pobres y sirven a los intereses de los poderosos sin ningún compromiso con la justicia social o con la equidad y sin respeto a los derechos de los pueblos y las ciudadanas y ciudadanos del Perú.
Lima, 02 de Setiembre de 2010
Comisión Política del Partido Socialista
Aida Garcia Naranjo Morales, Roberto Lay, Javier Diez Canseco, Alberto Quintanilla Chacón, Julio Cesar Bazán, Abraham Valencia, June Armas
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