El inicio de las imputaciones por parte de la Fiscalía Nacional por delitos de evasión,lavado de activos,cohecho,tráfico de influencia, y otros en contra de los controladores del grupo financiero y empresarial PENTA Delano y Lavin, altos ejecutivos en el cual se encuentran imputados también ex senadores de la derecha como Carlos Bombal y el ex Subsecretario de Minería Pablo Wagner,durante el gobierno de Piñera y que involucra en financiamiento ilegal a la plana mayor de diputados y senadores de la UDI es el comienzo de un proceso que remecerá las bases mismas en que se ha fundado el modelo económico neoliberal imperante hasta hoy en Chile. Modelo que se ha reproducido gracias a una Constitución y a una institucionalidad protegida durante los últimos 20 años en el ámbito político por una cohabitación binominal entre la Alianza y la Concertación la que ha generado una verdadera casta empresarial y política crecimientemente repudiada por el pueblo chileno.
Igual e insospechado efecto tendrá la investigación por evasión y fraude tributario y lavado de activos que se inicia sobre la empresa Soquimich cuyo controlador principal es el ex yerno del dictador Pinochet Julio Ponde Lerou y que involucraria también de manera transversal a candidatos y actuales parlamentarios de los partidos del duopolio militantes de la Democracia Cristiana,el Partido Socialista,la UDI y Renovación Nacional.
Es necesario enfrentar desde la raíz el fondo del problema: Cambiar el modelo económico concentrador y abusivo y que para reproducirse capturó las instituciones del país como el Congreso mediante el financiamiento de candidatos,parlamentarios,funcionarios y políticos para proteger reproducir y favorecer su lucro,acumulación y sus altas tasas de ganancias.
Es fundamental devolverle la soberanía a los ciudadanos y transformar la actual institucionalidad para hacer frente a la corrupción y a la profunda crisis de representación lo que queda hoy en mayor evidencia por PENTA y Soquimich.
El 2015 debe ser convocada una Asamblea Constituyente democráticamente electa para que asuma la representación de la soberanía popular para gestar una nueva Constitución soberana base para una nueva institucionalidad que transfiera el poder constituyente y la democracia a los ciudadanos.Luego de ese proceso deberíamos elegir un nuevo parlamento de la República.
Para enfrentar la corrupción,la crisis de representación y la casta político empresarial es indispensable que el poder constituyente sea democráticamente devuelto al pueblo y ejercido por las y los ciudadanos.
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