Líderes opositores y de la izquierda chilena impugnaron declaraciones sobre el golpe de Estado de 1973 ofrecidas por el expresidente Patricio Aylwin (1990-1994), a quien acusaron de distorsionar la historia y de pretender enlodar la memoria de Salvador Allende.
"Juzga a Allende (1970-1973) livianamente y a (Augusto) Pinochet (1973-1990) con una benevolencia que irrita", afirmó el senador y presidente electo del Partido Por la Democracia, Jaime Quintana, acerca de opiniones de Aylwin en entrevista publicada la víspera por el diario español El País.
"Pinochet representaba orden, seguridad, respeto, autoridad, era popular", fueron algunos de los atributos endosados al ex dictador chileno por el entrevistado, representante del Partido de la Democracia Cristiana.
En tanto, de Allende señaló que "terminó demostrando que no fue buen político, porque si hubiera sido buen político no habría pasado lo que le pasó (...) El golpe se habría producido sin la ayuda de Estados Unidos. Estados Unidos lo empujó, pero la mayoría del país rechazaba la política de la Unidad Popular, eso era evidente".
Quintana criticó las declaraciones de Aylwin y confió en que "la historia juzgue esos años desde otra óptica", al tiempo que estimó que "cuando se juzga a Allende de esa manera uno se pregunta por qué en tantas partes del mundo hay reconocimientos a su figura, hay grandes avenidas. Cuesta mucho comprender esas palabras". El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, también reaccionó molesto por las palabras de Aylwin y subrayó que sin la intervención del gobierno estadounidense hubiera sido muy difícil un golpe de Estado en Chile.
Teillier consideró grave que un expresidente justifique un golpe de Estado justo cuando ciertos sectores ultraderechistas chilenos pretenden hacer un homenaje a Pinochet en el Teatro Caupolicán al igual que han querido hacer en el Parlamento aludiendo a la democracia como argumento.
Asimismo el Partido del Socialismo Allendista, a través de su presidente Esteban Silva y del abogado Roberto Ávila, querellantes en la causa por la muerte de Allende, respondieron severamente a las declaraciones formuladas por Aylwin a El País.
Ambos militantes manifestaron que no se puede negar la participación de la Democracia Cristiana en el derrocamiento del gobierno constitucional de Allende, tal como consta en informes senatoriales norteamericanos.
Los socialistas allendistas remarcaron que Pinochet y Aylwin respondieron políticamente a las necesidades del gran empresariado chileno y extranjero expresados en un modelo político neoliberal, advirtió Prensa Latina.
"El compañero Allende es una figura que los jóvenes han señalado como el chileno más importante de la historia de Chile, nada puede ya enlodar esta imagen gigantesca que inspira las luchas sociales del presente por un Chile mejor", enfatizaron.
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